Os presento a Jefferson, alias Pequeño Lobo. Hijo del mítico Flecha Loca. Perteneciente a la tribu de los Chiricahuas y descendiente de dos grandes leyendas: Gerónimo y Cosiche. Jefferson, conocido así entre el mundo de los blancos, está muy implicado en la defensa de los derechos y costumbres indias. Su familia actualmente viven en una reserva india en Dakota del Norte y él se ha unido al movimiento hippie y se ha marchado por tanto a San Francisco cargado de ilusión, buenos proyectos y propósitos y con ganas de cambiar y comerse el mundo.
Se trata de un custom madelman indio vintage. Me lo ofreció mi buen amigo Iñaki y le dije que me lo quedaba pero me lo tenía que customizar con las características que quería que tuviera Jefferson. Así que se puso manos a la obra y esta fue el resultado.
Siempre he tenido la sensación que ese espíritu o filosofía india estaba muy en consonancia con el movimiento hippie. De ahí que quisiera tener a un custom madelman indio pero totalmente hippie.
Lo que conozco del movimiento hippie es producto de lo que he leído y sobre todo lo que he visto a través de las películas americanas que bien de forma directa o indirectamente hayan tocado el tema o simplemente nos han contado historias en un contexto social y cultural de aquellos años en que nación este movimiento.
Este movimiento que surgió en EEUU allá por los años 60 y que en síntesis fue una forma de rebeldía y protesta contra el sistema tuvo muchas manifestaciones socioculturales y artísticas, de las que voy a destacar el cine y por supuesto la música. Pues ésta última ayudó a mi entender sobre todo con la perspectiva del tiempo a encuadrar y entender a las personas que con sus ideales y sus formas de entender la vida originaron este movimiento, que a día de hoy sigue estando presente.
En mi caso ha sido la música la causante de que este movimiento me haya siempre interesado desde muy peque y siempre haya querido conocer sobre sus luces y sus sombras.
Hubo muchos solistas abanderados y destacados del movimiento que lucharon activamente en él de una forma u otra, y a otros les salpicó ya que empezaban sus carreras o sencillamente les tocó ese momento. Se convirtieron en aladines de un nuevo sonido, de una nueva forma de entender la música. El sonido psicodélico. Algunos de sus máximos abanderados fueron: Janis Joplin, Jimi Hendrix, Jefferson Airplane, Joan Baez,... Si hay un grupo que considero paladín de ese nuevo concepto musical es : The Doors. Cada vez que cierro los ojos y escucho su "Light my fire", me permite volar mi imaginación y sentirme que estoy en los años 60 americanos y formo parte de un grupo de estudiantes universitarios revolucionarios, inconformistas con la sitiación sociopolítica del país, en contra de la segregación racial, del machismo y de la intervención de EEUU en Vietnam. Me imagino que estoy en el festival Golden Gate Park (Woodstock) y soy la cabecilla de un grupo de amigos y que al son del flower power del momento, íbamos reivindicando nuestros derechos y usabamos toda nuestra ilusión e ideales por conseguir un mundo mejor. En el fondo me siento como mi Jefferson, una idealista de corazón qué piensa que con su granito puede aportar algo a la sociedad, piensa que habrá alguien que le guste y lo extienda sucesivamente formándose una cadena de ilusiones pero con convicción y trabajo de forma ordenada. He de puntualizar que en ningún momento fuimos abanderados ni del amor libre ni de las drogas ya que nuestra causa no las necesitaba, al igual que Jefferson.
Pero a mí entender el grupo por encima de todos, el más representativo de este movimiento y el que mejor recoge esta filosofía hippie nacida en California en los años 60, es sin dudarlo The Mamas & The Papas. Consiguieron ser los portaestandartes del Folkpop de una forma sencilla y suave convirtiéndose los embajadores de este espíritu del Flower Power.
Tuvieron bastantes éxitos, pero creo que su mayor fortuna y el que recoge con los ojos cerrados toda la época del movimiento hippie sin lugar a dudas fue su California Dreamin'.
Estos años 60 donde tuvo su máximo apogeo este movimiento contracultural, fue una época marcada por los movimientos sociales, la lucha de los derechos de los negros, la aparición del movimiento de las Panteras Negras, ... y todo esto en el contexto tan marcado como fue la intervención de EEUU en la Guerra del Vietnam. Conflicto bélico cuyo máximo apogeo es el período del 64 al 75 y que destrozó a una generación, tanto a nivel físico como a nivel emocional. Los supervivientes, fueron los mal parados, pues en lugar de recibirlos como héroes y respetarlos por la sociedad como sí pasó años atrás con sus padres (recordemos que la mayoría de los que fueron sus padres fueron combatientes en la segunda guerra mundial) les ocurrió todo lo contrario. Teniendo que salir adelante con sus "taras físicas y emocionales" y vivir con los rechazos sociales, qué incluso en algunos casos vinieron de las propias familias, tal y como se nos refleja y tantas y tantas películas que con sus diferentes historias hacen críticas atroces de la situación social a la que se ven sometidos los supervivientes de esta guerra.
Un ejemplo muy claro, se puede ver a través de la película Nacido un cuatro de Julio ( Oliver Stone, 1989) protagonizada magníficamente por Tom Cruise, William Dafoe, Kyra Sedgwick, Raymond J. Barry,... entre otros. Es un film que me impactó muchísimo pues me permitió entender algo como: "porqué después de tantísimas guerras en las que han participado los americanos, ésta es la que más les ha marcado". Creo que lo recoge perfectamente, al contarnos cómo un chaval (como tantos otros de esa generación perdida), llamado Ron Kovic se ve "obligado" a ir por diferentes presiones que le rodean (sobre todo y la peor la de su madre), tenemos que recordar que la peli empieza con un desfile muy patriótico un 4 de Julio, donde podemos ver a un niño Ron Kovic con su familia siendo testigo de éste. A través del niño podemos obsevar o al menos a mí me llega a través de su mirada que desea sentir en sus carnes esa sensación de héroe y de patriotismo como esos hombres que desfilan por su participación en la Segunda Guerra Mundial, al igual que hizo su padre. Así como poder desfilar algún día como ellos y sentir el cariño y el fervor de toda la sociedad. Y la verdad, y por desgracia para él, cuando llega a los 18 años hay un conflicto muy lejos de su casa en un lugar llamado Vietnam. Él vio ahí su oportunidad, lo que anhelaba desde niño.Por supuesto, tenemos que añadir la presión de su familia, en especial la de su madre que jugará un papel muy importante. Así que después de pensarlo, se va y ocurre lo que tiene que ocurrir, herido de guerra y ya inutilizado para el conflicto, así que devuelta para casa. En su primer desfile, él como protagonista, se da cuenta que todo lo que se había imaginado de niño no se cumple y ahí empezará su tortura día tras día, en donde habrá un momento muy duro con su madre, donde él le echará en cara la presión que siempre ha tenido de tener que ser como su padre y la obligación moral en la que se encontraba por ir al dichoso conflicto y como ella, al final hace como el resto de la sociedad darle la espalda, lo cual es peor porque es su madre y en el fondo se siente avergonzada de las formas de su hijo.
Nacido un cuatro de Julio, no es la única película que nos habla del conflicto, donde se ensalzan o se critican de forma brutal las consecuencias para los supervivientes y sus familiares. Destaco algunas como: Apocalisis Now (Francis Ford Coppola, 1979), protagonizada por Martin Sheen, Marlon Brandon, Robert Duvall,... es un film que consigue transmitirme esa atmósfera claustrofóbica y agónica en la que estaban inmersos estos jóvenes y padres de familia, lejos de sus gentes, de sus familias, de sus lugares de origen,.... en definitiva lejos de la vida.
Otro claro ejemplo pero esta vez centrado más en la propia lucha, es decir, en el conflicto real, entre los soldados y los compañeros. Me refiero a este brillante film bélico llamado Platoon (Oliver Stone, 1986) protagonizado por Charlie Sheen, Tom Berenguer, William Dafoe, Kevin Dillon,... entre otros. Es una cinta que le acompaña uno de los mejores momentos musicales de la historia del cine, ya que si cerramos los ojos y escuchamos esta música sin saber qeu pertenece a la peli, te permite recrear una atmósfera de terror, dolor, odio, sin razón,... es decir, los ingredientes de la guerra. Todo ello conseguido a la pefección por Samuel Barber.
Además es una película que tiene un cartel que plasma de forma rápida esa pérdida de esperanza, esa desilusión, esa decepción,... en definitiva esa locura que vivieron muchas familias y chavales en aquellos años.
Volviendo al protagonista de mi entrada, Jefferson, me lo imagino con su maleta cargada de ideas, principios, valores, sueños, ilusiones y esperanza. Pensando en que podrá encontrar a gente como él, y otras muchas a las que podrá influir y de esa forma crear una cadena de mejoras para conseguir un mundo mejor.
Con esa ilusión atroz dejó a su pueblo, pero llevando consigo los buenos consejos de sus padres y abuelo, quiso pertenecer a su manera a esta corriente sociocultural que nacía. Sí, digo a su manera porque hay aspectos oscuros de este movimiento hippie como fueron el uso de las drogas o el amor libre, en los que Jefferson no participó ya que eso no le ofrecía nada con lo que poder mejorar y cambiar el mundo. Fue siempre fiel a sus principios y no se dejó arrastrar por lo que no le gustaba, él siempre defendió el amor de su única pareja, un amor sin prejuicios, sin taras, ni tabúes, lleno de respeto y pasión.
Fue un luchador incansable de sus ideas pero rechazó cualquier tipo de radicalismo que fuera asociado.
En definitiva, un idealista de corazón, un espíritu libre!
Por tal, su llegada a San Francisco me la imagino al son del himno hippie por antonomasia. Una canción cantada por Scott McKenzie, canción escrita por John Phillips integrante del grupo The Mamas and the Papas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.