Llegado este momento quiero presentaros a mi héroe. El personaje que me ha emocionado, me ha hecho reír, sonreír, me ha hecho soñar, .... convirtiéndose en un referente en mi infancia. No estoy hablando por supuesto de un héroe en toda regla, sino sencillamente en un personaje del universo Disney, que descubrí siendo muy pequeña como mucho de vosotros y que a día de hoy sigo siendo fiel a él, aunque tengo que decir que con la tecnología se ha perdido mucho en el trazado de su dibujo y de su color por lo tanto , hecho mucho de menos su frescura y espontaneidad en sus movimientos que tan importantes son en él.
Es un personajes que o te gusta desde un principio o no, es decir, no es un personaje que te deje indiferente y por tanto te de igual, todo lo contrario, tiene mucha personalidad y carácter por lo tanto o te gusta o no. Y la verdad es que si te gusta lo adoras, pero sino te caerá mal hasta los restos,jjjj. En definitiva, es un personaje que no te deja indiferente y siempre tendrás una opinión de él. Al ser así, se le puede caricaturizar fácilmente y eso le hace ser único.
Como comento lo descubrí siendo muy pequeñita gracias a muchos de los cortos que solían echar por la tele de aquellos maravillosos años 80 del mundo Disney. Solían emitirlos después de Barrio Sésamo (el de Espinete,jjj) una o dos veces por semana cada quince días (sé que no eran a diario pero lo recuerdo como algo habitual). En ellos, salían Mickey Mouse, Minnie, Pluto, Daisy por supuesto mi recordado y añorado Pato Donald. Había cortos de Mickey como prota junto a Pluto, los había de pato como protagonista junto a Pluto o a las ardillas, e incluso los había donde todos salían... los había de todo, pero indiscutiblemente yo estaba deseando que saliera mi pato. No sé, me encantaba esa forma de hablar tan especial y que mucha gente no entendía ni porqué tenía que hablar así ni siquiera entendían lo que decía, es más hay personas que pensaban que directamente no hablaba sino que sencillamente emitía ruidos raros,jjj como por ejemplo piensa mi suegra. Me apasionaba esa sensación que transmitía de estar siempre enfadado pero en el fondo le hacía tierno y entrañable, pues siempre se metía en algún lío y el pobre salía mal parado lo cual le hacía más vulnerable y especial. Además, para mí el hecho que estuviera malhumurado tenía una explicación, pensaba que era una forma que tenía de protegerse de los demás por su "posible timidez" y ponía una barrera para cobijarse y así evitar que le hicieran daño. Podíamos decir, que seguramente carecía de habilidades sociales y la única forma que tenía de interactuar con los demás era de esa forma o que directamente quería estar tranquilo sin que le molestaran y siempre había alguien a su alrededor que se percataba de tal hecho y le molestaba hasta tal punto que lo alborotaba sancándole de sus casillas y provocándole un mal geniecillo que le caracterizaba y que al final le producía consecuencias cómicas. Todo esto fueron interpretaciones que yo hacía del astro por lo tanto eran y son reflexiones muy personales de esta figura. Imagino que el dibujante y guionista que lo creó y le dio dialogo no pensaban en nada de lo que yo me planteaba, sencillamente lo hicieron así porque les gustó sin más alcances. Jjj, si ellos supieran todas las conjeturas que ha dado de sí este muñeco en mi imaginación...
Efectivamente, hablo de mi querido Pato Donald, el pato malhumorado y lleno de ternura, guapo, limpio y con clase que le imprimía e imprime ese uniforme de marinero que lleva: azul y los botones dorados.
Su forma de hablar para mi ha sido un reto a imitar y recuerdo que me llevó muchos años hasta que por fin un buen día, estando en clase (en concreto 4º de la EGB) conseguí hacer realidad mi sueño del momento: hablar como el Pato Donald. ¡Qué maravilla! llegué a casa loca de contenta diciéndole a mi madre que hablaba como Donald y a partir de ahí me ha acompañado y gracias a ello mi pareja se dio cuenta que el pato no solo hablaba sino que decía cosas y se le podía entender, que no emitía ruidos como pensaba. De hecho, pensaba que era un pato tonto enfadado y que solo emitía ruidos absurdos, gracias a mí descubrió que no era así. Sé que sigue sin gustarle pero por lo menos ha aprendido a valorarlo y eso creo que es importante y esperanzador, jjj, para sus fans.
La verdad que para ser mi ídolo tengo poco muñecos de él, este que os presento y alguno más, quizás alguna adquisición de mi abuela Pepa (la cual también es culpable en cierta medida de que me guste pues a ella también le gustaba,jjj) y todo tiene una explicación para mí muy lógica. Al igual que para otros muñecos de la Disney: Pluto, Mickey, Minnie,... etc están muy bien conseguidos para mi gusto el pato no terminan de conseguirlo, es decir, rara vez podemos ver en su cara recogido ese ángel tan particular y expresivo que lo caracteriza y lo hace tan especial. Por eso, prefiero tenerlo sobre papel que es donde nació y disfrutar de sus historia bien en cómic o bien visionando alguna de sus escenas en algún corto, pero ojo de los clásicos no de los que están haciendo ahora que para mí pierden su encanto pues incluso su voz no está conseguida, al menos no me recuerda a la que yo escuchaba cuando era niña.
Este verano descubrí que mi sobrino Nicolás le encantaba el Pato Donald, pues mi hermano le ponía algunos cortos que le ha comprado de la Disney, y los episodios de Donald y las ardillas, le encantan, hacía mucho tiempo que no veía a nadie reírse tanto y de esa forma en la que se tiene que doblar pues no aguanta sentado y ponerse la mano en la tripa pues de tanto reír le produce dolor y las lágrimas se le terminan saltando. La verdad, es que si a día de hoy todavía hay niños como Nico que lo están empezando a conocer y les sigue haciendo reír, quiere decir que mi querido pato sigue estando en auge.
Recuerdo que cuando empezaba un corto de él, la primera imagen que aparecía era esta. Fijaos a modo león de la metro,jjj.
Aquí os dejo un pequeño recuerdo extraída de la magnífica película que protagonizó Donald, junto a Carioca y Panchito, llamada Los tres Caballeros (1944), obteniendo dos nominaciones al Oscar, entre ellas a la de mejor banda sonora. Quiero resaltar las dotes de bailarín que tenía el pato Donald, de forma tan desincronizada pero que le daba armonía y sentido, así como algo que siempre me ha gustado mucho es que casi siempre Donald lleva un narrador, a modo de profesor, para explicarle las cosas, vamos como un niño pequeño, que en realidad es lo que es,jjj. Me encanta como se mezclan personas reales junto con ellos tres.
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