Las series que se emitian en verano me hacen traladarme a mis vacaciones veraniegas, las cuales siempre fueron en el mismo sitio: La Puebla de los Infantes (Sevilla). Se trata del pueblo de mi padre, Jose Manuel. Siempre que miro para atrás, a esta época, recuerdo la emoción que sentíamos mi hermano Moisés y yo, durante el mes de junio, al pensar que en julio ya nos íbamos al pueblo. Y sí, emoción ya que allí nos sentíamos libres (fuimos dos niños de Madrid criados en Callao), y sabíamos que ir al pueblo era sinónimo de calle, bicicleta, primos y amigos. Es decir, de "libertad" tal y como un niño la entendía en aquellos tiempos. Llegar al pueblo era una maravilla porque disfrutabamos de todo y todos nos conocían. Recuerdo, que en frente de mi casa teníamos el quiosco de Rufo quien nos vendía las chuches y los helados y los flash a 5 pesetas (los largos y finos), y a 10 pesetas (los cortos y anchos). Teníamos a nuestros amigos, teníamos la piscina municipal también en frente de casa donde nos pasabamos gran parte del día haciendo de las nuestras y por supuesto teníamos a los primos. Nunca olvidaré las noches calurosas de la puebla en las que mis padres salían a tomar el fresco a la puerta de la calle, como hacían las vecinas de entonces, y nosotros jugando hasta las tantas de la noche y con la tranquilidad de que nuestros padres estaban controlándonos aunque nosotros no nos díeramos cuentas o no quisieramos darnos cuenta, pero en el fondo lo deseábamos. Recuerdo ese murmollo de conversaciones de las vecinas, recuerdo la música de "El último de la fila" grupo que en el pueblo, allá por los años 80, a los adolescentes les encantaba y se escuchaba en la piscina o por las ventanas de las casas; recuerdo el canto de la chicharra sobretodo a la hora de la siesta que es cuando más calor hacía y a pesar de todo era relajante escucharla pues eso significaba que estabamos de vacaciones en el pueblo. Y por supuesto, rememoro los bares donde por la noche salíamos a cenar a base de tapas como El Guinda, Julian (a día de hoy ya no existe), el Chiringuito, pero por encima de todos Bar Alberto.
Como fui una gran adicta a las series de televisión por diversas circustancias, entre ellas el no poder salir a la calle como lo hacían otros niños de aquellos entonces debido a vivir en pleno corazón de Madrid, evidentemente llegaba el verano y las buenas costumbres del invierno se prolongaban al verano. El caso es que en el pueblo, lo único que nos faltaba era la televisión que no teníamos, asi que a la hora de la siesta, cuando acababa el telediario de las tres nos íbamos mi hermano y yo corríendo a casa de mis primos para ver la serie que tocara y después nos íbamos a la pisci. La serie que toca es esta que tiene esta sintonía:
La verdad que no sé como mis tíos tuvieron la paciencia de durante el verano dejarnos estar en la hora de la siesta, que todo sea dicho de paso, en Andalucía es sagrada, en su casa junto a mis primos y la televisión de fondo.
Mis muñecos son:
Murdock y M.A. |
Fenix y Hannibal Smith |
Imagino que todos los que fuisteis niños en los 80 como yo recordaréis esta serie, que como todas las series que se hicieron en aquellos años pretendían que las personas que las veíamos pasaramos un buen ratillo. El caso es, que esta serie al igual que otras muchas que se hicieron en aquella época refleja muy bien la realidad americana de aquellos años, o al menos los aspectos tópicos o no que querían exportar, como música, formas de vestir, sus ranchos, ... etc. Ahora con el tiempo, este tipo de series se han convertido en un referente para analizar muchos aspectos sociales y políticos de la época que se pueden observar bien en los propios capítulos o bien si eres un poco observador indirectamente en un segundo plano.
Gracias a las series podía volar con mi imaginación y trasladarme en esos momentos a los mismos escenarios que los protagonistas de las series de las que era fan y continuar con sus aventuras siendo yo también la protagonista junto a ellos o adquiriendo la personalidad de uno de ellos (el que más me gustara) a través del juego o a través de los sueños. Asi que el poder tener a los protagonista en forma de muñeco, ya fueran de esta serie u otra, era una marvavilla pues te ayudaban mucho en los juegos imaginativos y a la vez reales pues a los personajes los movías tú con tus manos ya que se convertían en tus muñecos.
Esta serie al principio yo no la entendía, pero me gustaba, entendía que eran cuatro amigos buenos que ayudaban a la gente que estaba en apuros, creo que era lo que tenía que entender un niño por aquellos entonces, es decir, que con eso podía comprender las diferentes tramas de la película. El resto, es decir, la crítica social y política que se pone de manifiesto en la serie la fui comprendiendo con el paso del tiempo a medida que mi nivel curricular y cultural aumenta, o sea, a medida que dejaba de ser niña y me iba convirtiendo en adolescente y adulta.
Entiendo que fue una crítica a la guerra del Vietnam desde otra perspectiva, es decir desde la visión de los excombatientes que regresaron vivos y en los 80 tuvieron que salir adelante como era el caso de estos cuatro excombatientes que para más inri eran perseguidos por el gobierno por un delito que no habían cometido y tuvieron que meterse a mercenarios para sobrevivir. También podemos ver, a través del personaje de Murdock lo tocaos que vienieron de esa guerra (bueno y de todas).
Quiero hacer una especial mención al personaje de Hannibal Smith, interpretado por George Peppard. Da la sensación que lo único que hizo este señor fue esta serie pero a sus espaldas hay muchas películas como fueron: Con él llegó el escándalo, La conquista del oeste, Los insaciables, Operación Crossbow, El tercer día y por encima de todas la inolvidable Desayunos con diamantes, junto la siempre extraordinaria Audrey Hepburn. Como anécdota comentar que el papel que hizo Peppard en Desayunos con diamantes parece ser que estaba pensado para que lo hiciera mi siempre querido Paul Newman. El caso es que lo rechazó, y la verdad que visto con perspectiva pienso que no sabe lo que hizo pues convirtió a Peppard por una escena en un caballero romántico que junto a la Hepburn protagonizaron uno de los finales más recordados de la historia del cine. Evidentemente, si lo hubiera protagonizado Newman estaríamos hablando de otra peli, asi que nos quedamos con la que conocemos.
Apesar de que G. Peppard para mi gusto no era un buen actor pues lo veo muy inexpresivo, reconozco que tanto Desayuno con diamantes y el equipo A, no hubiese sido lo mismo sin él.
Quiero dejaros una imagen de Peppard en los años de galán en los que protagonizó Desayunos con diamantes.
Respecto a mis muñecos, comentar que son cuatro piezas magníficas hechas en plástico duro, totalmente articuladas y aunque físicamente para mi gusto tres de ellas no están muy bien logradas como es el caso de: Hannibal, el guaperas de Fenix y Murdock, sí es verdad que cuando las vemos sabemos quienes son sin dudar. Respecto a M.A. comentar que está fenomenal conseguido.
Ah, que no se me olvide esta serie recientemente se ha convertido en una película. La verdad, que no lo he visto pues para mí el equipo A forma parte de mis recuerdos y no quiero que se me escapen, asi que así los tengo protegidos.
Ah, que no se me olvide esta serie recientemente se ha convertido en una película. La verdad, que no lo he visto pues para mí el equipo A forma parte de mis recuerdos y no quiero que se me escapen, asi que así los tengo protegidos.
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