Hace un tiempo estuve visitando y conociendo una bonita ciudad del norte de España, en donde me topé con una tienda que me hizo volver por unos instantes a mi infancia. Sobre todo me retrocedió a aquellas tardes de sábado, frías y lluviosas del Madrid ochentero, en que íbamos con mi abuela y mi madre tanto mi hermano como yo, a nuestro paraíso juguetero: La cacharrería. Y allí tanto de forma, visual, tactible o imaginativamente hacíamos realidad nuestros sueños.
Esta tienda que descubrí haciendo turismo, se encuentra en Pontevedra en la calle César Boente, 5 y se llama Juguetes Moliner.
Creo que es de los pocos bazares que deben de quedar por España que conservan aquel viejo olor a pelota de goma, con aquellos coloridos (ahora vintages) que creaban nuestros muñecos ochenteros y que tanto añoro. Con ese espectáculo visual que te emborrachaba de emociones y sensaciones, al ver tus muñecos y juguetes colgando por las paredes, techos o expuestos en aquellos mostradores de madera, que solían ser transparentes para que se pudiera ver lo que había por dentro y de esta forma adquirir una "cogorza visual" que te impedía elegir lo que querías. Al final entrabas con una idea de lo que querías, pero allí dentro donde solíamos estar más de 5 o 10 minutos, te terminabas enamorando de aquello que estaba fuera del alcance de los bolsillos de los mayores y que querías a toda costa, pues también lo habías visto por la tele y en los catálogos de juguetes. Y allí, era el momento de armarla, pues en mi caso venía mi heroína de los juguetes, mi abuela Pepa, y yo sabía que o bien en ese momento o un poquito más adelante caería el juguete en cuestión. Además, también colaboraba mucho la amabilidad de los dueños, su trato tan anhelado a día de hoy sobre todo por los que somos coleccionistas, tan preocupados por sus clientes aunque fuésemos gente menuda, pues sabían que siempre saldríamos con algo de allí dentro.
Pues bien, en esta tienda, como ocurría en Mi cacharrería, además de vender juguetes venden todo tipo de cosas necesarias para la casa: productos de limpieza, mochilas, cajas de herramientas, productos útiles y decorativos para el hogar,... etc.
La verdad es que salí de este bazar gallego con los ojos brillantes y la piel de gallina. En un período brevísimo de tiempo recordé muchísimas sensaciones y sobre todo sentí un tremendo dolor al visualizar una serie de alusiones y comprobar a continuación que eran solo eso: Evocaciones. Y que aquella escena familiar que me acompaña y de la que fui partícipe cuando íba a la Cacharrería, ha pasado a ser una bonita y dolorosa reminiscencia debido a las ausencias.
Estando allí dentro me encontré la joya que os voy a presentar y que por cierto todavía su blister presenta el precio en nuestra pesetas. Debe de ser de los últimos reductos vintage que deben de quedar en las poquitas tiendas parecidas a la Cacharrería.
Silver Surfer, superhéroe de la Marvel que empezó a darse a conocer en las historias de los Cuatro Fantásticos, hasta que Stan Lee le dedicó su propia serie (1968-1970) con un total de 18 números. En 1998 se volvío a hacer otra serie de 13 números.
De Silver Surfer, al igual que de otros personajes del cómic, se ha hecho su propia serie animada en EEUU, ha aparecido en videojuegos, e incluso en el film "Los cuatro fantásticos y Silver Surfer" (2007). Pero si hay de algo que puede presumir este superhéroe es de aparecer en la portada de un álbum de música. En concreto apareció en el año 1987 en el álbum "Surfing With the Alien" del guitarrista Joe Satriani. Además hay una canción en ese álbum dedicada al superhéroe y que da nombre al álbum.
Y hablando de temas dedicados a superhéroes me gustaría cerrar la entrada con otro héroe del cómic americano, mi siempre admirado habitante de Kripton. De éste, también se ha hecho muchísimo merchan, pero quiero destacar la versión disco que se hizo del mítico tema central de la película Superman. Versión cuanto menos curiosa, realizada por Meco Monardo, perteneciente a su álbum: "Superman and other galactic heroes" (1978).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.