miércoles, 31 de agosto de 2016

LAS CHICAS DE ORO

Me hace muchísima ilusión que Funko haya sacado en su línea de FunkoPop (cabezones) a los personajes de una de las series americanas que más me han gustado y que forman parte de mi niñez: "Las chicas de oro" (The golden girls). Unos personajes míticos para los que crecimos en los 80 y que la mayoría de los jóvenes de ahora no conocen. Una excelente oportunidad para aquellos que no hayan oído hablar de las "Chicas de oro" de adentrase un poco en esta serie americana que rompió moldes y batió récords de audiencia en los 80.


Es de agradecer que Funko haya apostado por personalidades de una determinada edad. Muchos coleccionistas de muñecos (entre los que me incluyo) estamos cansados de que las compañías jugueteras actuales siempre ofrezcan el mismo catálogo con figuras de series o películas que saben van a tener éxito seguro pues cuentan con un enorme público de todas las edades: universo Star Wars (R2D2, C3PO, Darth Vader...) superhéroes Marvel/Dc, Walking Dead...

El tema es que muchos echamos de menos a otros personajes de cómic, series o filmes que parecen excluidos del universo juguetero. Bien porque se piense que no va a tener tirón, porque muchos ya no los conocen ni tienen interés en ello, o bien porque esos personajes solo los reconocen las personas que estudiamos con la EGB y lógicamente no todos se han convertido en coleccionistas, jjj.

Imagino que lanzar la figura de alguien en formato muñeco no debe ser tarea fácil y se deben de hacer muchos estudios de mercado para asegurarse unas ventas mínimas. Los coleccionistas lo sabemos y comprendemos, pero a veces nos sentimos marginados en el mundillo juguetero porque nos gustaría que tuvieran en cuenta nuestros recuerdos y gustos ochenteros y editaran algunas cosillas que harían nuestras delicias. Y más ahora, cuando hay empresas como Hot Toys, Funko, Neca... que ya fabrican muñecos directamente para los coleccionistas.

Y ese ha sido el gran detallazo  que ha tenido Funko con lanzar y apostar por  "The Golden Girls".






Efectivamente, una de las series que más he disfrutado y que a día de hoy sigo admirando como cuando lo hacía de niña. Recuerdo que a pesar de ser algo pequeña, me quedaba alucinada viendo a sus cuatro protagonistas: Rose, Sophia, Blanche y Dorothy, que aunque mayores (podían ser mi abuela), derrochaban energía y simpatía a los cuatro vientos. Me encantaban. Quizás me enganchó el ver a cuatro mujeres de cierta edad, viudas y divorciadas, tan modernas en mentalidad y aspecto, comparadas con las mujeres que había que aquí en España a mediados de los 80 con su edad. O a lo mejor fue su fantástica melodía "Thank You For Being A Friend".




No sé, pero de lo que estoy segura es que fue una serie con mucha brillantez a nivel de diálogos y de humor. En la comedia, se respiraba un equilibrio entre la ironía de Sophia, a través de sus conversaciones; la sensatez y seguridad de Dorothy  en su forma de entender la vida y saber afrontar los problemas, creándose así su sello personal. Y por supuesto, no podía faltar en esta mezcla de amistad la ingenuidad, dulzura y transparencia sin maldad de Rose, con el contrapunto de la gota picante, coqueta y sexy sin caer en la ordinariez de Blanche, aspectos que Blanche tenía muy presentes en su forma de hacer frente a la vida. 






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Imagen perteneciente a seriesblanco.com


Lo que está claro es que fue rompedora por diferentes motivos: 

- Por un lado, no era muy habitual ver una serie cuyas protagonistas fueran unas mujeres mayores, pero con la vitalidad e ilusión de unas adolescentes, eso sí, cada una a su forma. Eran damas que aunque viudas y divorciadas llevaban un atuendo que les daba un aspecto vistoso pero a la vez rompedor para sus edades. Aquí en España, jamás nos hubiésemos imaginado ver a nuestras abuelas vestidas como las Chicas de Oro, jjj, en aquellos años 80. Y mucho menos siendo viudas.

- Otro aspecto atrayente era la forma que tenían de pensar, de divertirse y por supuesto las conversaciones que mantenían sin ningún tipo de pudor. Eso sí, jamás cayeron en lo vulgar por especiales que fueran los temas. Los trataban con mucha delicadeza y respeto. Asuntos como: la homosexualidad, la sexualidad en la vejez, el SIDA,  la menopausia, el amor interracial, el hablar de hombres como si fueran quinceañeras... se planteaban con toda naturalidad, en un momento social y cultural (los 80), en donde hablar determinados asuntos era tabú.

- Un detalle interesante que supieron muy bien reflejar es la libertad e independencia de la mujer, aunque fueran mayores. A pesar de ser maduritas tenían ilusiones como cualquier fémina joven. Es decir, se iban de vacaciones solas o acompañadas con amigas u amigos, vivían cuatro compañeras juntas como si de un piso de estudiantes se tratase, salían de fiesta, traían a sus ligues a casa, eran señoras independientes que salían a trabajar, y si perdían su trabajo no se agobiaban, lo buscaban y por supuesto lo encontraban. Tenían los mismos problemas que cualquier mujer a día de hoy, sin importar la edad... Son detalles, que hacían cada vez más innovadora a la serie pero sobretodo a sus protagonistas



- Otro elemento a destacar es que admiraban personalidades que en el momento estaban en el candelero político, social y cultural americano, imprimiendo un aire moderno y de frescura a los gustos de estas mujeres para los televidentes españoles. Pues, lo habitual en España es que los gustos musicales de las señoras de esas edades, fueran más encaminados a referentes musicales más tradiciones como la copla: Marifé de Triana, Valderrama, Cocha Piqué... Así que, hablar de Sinatra, Tony Bennett... y por supuesto de nuestro gran Julio Iglesias hacía verlas muy modernas y avanzadas, pues aquí en nuestro país, que te gustara un cronner americano era sinónimo de casi rompedor, jjj.

- Ah, la serie además tenía algo que se echa de menos, sobre todo en los tiempos actuales y más en nuestro país: la capacidad de síntesis argumentativa. Un episodio duraba como mucho 30 minutos. Esta capacidad de sipnosis es muy típica en las series americanas tanto de los 80 como de las de ahora. 

- Y por supuesto, si hay algo por encima de todo que refleja a la perfección la serie son los estereotipos americanos. ¡Con qué sutileza y finura retratan a los digamos cuatro modelos de ciudadanos americanos! El sureño, la inmigrante italiana, la neoyorkina y por supuesto la granjera o campesina. En todo momento hacen un retrato crítico de los tópicos estadounidenses a través de los personajes que les ha tocado, sin caer jamás en una caricatura fácil.


Por ejemplo:

Blanche Devereaux, la dueña de la casa, vive con sus valores sureños, de los cuales se siente orgullosa. Es más, a veces parece una abanderada de dichas cualidades. En muchas ocasiones viendo a Blance desenvolverse, se me viene a la cabeza a la gran dama del sur, Scarlett O`Hara (protagonista de "Lo que el viento se llevó").



Sophia de Petrilo, en cambio es el reflejo de los emigrantes que llegaron tras la guerra europea buscando una oportunidad al país donde los sueños se hacen realidad. En este caso, con su personaje se hace un  homenaje a la comunidad italoamericana. Es una mujer que no tiene pelos en la lengua, es una señora de armas tomar, que no tiene miedo a nada ya que ha pasado por todo en la vida, pero que a la vez tiene un corazón de oro. "Imagina. Silicilia 1929..." así empezaban muchas de sus historias. Esta forma de empezar sus relatos forman parte de mi universo mitómano, jjj, y creo que en el de muchos también está presente.



Dorothy Zbornak, es la hija de Sophia. La única divorciada del grupo, pues sus compañeras son viudas. Representa a la neoyorkina de Brooklyn hija de emigrantes, en este caso italianos. Ya ha nacido en la tierra de las oportunidades y por supuesto las ha aprovechado. Ella es la que pone siempre orden en la casa, ya que es la que más sentido común tiene, quizás por esa responsabilidad de la que siempre su madre hace alarde.



Y por último está la gran Rose Nylund. Rose representa a la cándida campesina que sale de su Saint Olaf (Minnesota) natal, ya mayor, para empezar una nueva vida en un lugar que va a ser nuevo para ella.


Un aspecto que me gustaba mucho de la serie es que conseguías empatizar con cualquiera de ellas, ya que en ningún momento las veías como personas mayores, al contrario, querías que tu abuela fuera así de moderna y avanzada. Todo radicaba en que verdaderamente no eran mayores ni de mentalidad, ni de espíritu por lo que no te fijabas en las arrugas. Ese es el secreto.


En fin, el gran y  verdadero mensaje de la serie es: LA AMISTAD, la cual no entiende de edad, ni de credos, ni de ideologías, ni por supuesto de clases sociales o diferencias culturales.







Afortunadamente, las abuelas de hoy en día son así de modernas, pero en los 80 era todo como un relato de Ciencia Ficción...¡Cómo hemos evolucionado!

sábado, 27 de agosto de 2016

REVISTA COLECCIONISMO DE JUGUETES

Os presento el número 2 de la revista "Coleccionismo de Juguetes". Un revista hecha por coleccionistas para coleccionistas. Es una revista que lleva poco tiempo en el mercado, pues lleva escasos 4 meses desde la publicación del número 1 de la misma, pero que está teniendo un éxito arrollador.


En este número hay un artículo mío dedicado a Funko. Para los que me seguís en el blog ya sabréis que hice un especial dedicado a Funko. En esta ocasión lo he desarrollado un poquito más que lo que escribí en su momento.

Quiero destacar que me hace mucha ilusión, ya que por primera vez hay un artículo mío publicado en un boletín impreso dedicado al mundo del coleccionismo de muñecos. Una de mis tantas aficiones y pasiones.

Si tenéis ocasión y os la encontráis, no perdáis el momento para echarle un ojo y disfrutar con su lectura al igual que lo hemos hecho las personas que hemos colaborado en su realización.

La gran aportación de esta revista es que además de hablar de juguetes vintages (años 70, 80 o primeros 90) presenta otro tipo de figura de acción más actual. Dichos muñecos son los que nacen para ser coleccionados por coleccionistas. Es decir,  no nacen con la intención de entretener a un niño, sino para hacer las delicias de un "niño adulto" en alguna de sus vitrinas. Tal es el caso del muñeco Funko.  También hace aportaciones de ferias de juguetes, que tanto nos gustan a los coleccionistas, así como a libros dedicados al coleccionismo  o a series/películas de nuestra infancia.

En fin, si tienes curiosidad te invito a que la disfrutes con su lectura, o simplemente viendo la cantidad de muñecos que aparecen en sus páginas y que te pueden ayudar a viajar a tu infancia. Por el contrario si eres coleccionista entonces no te la puedes perder,jjj.

Ah! y si eres un "chati" entonces directamente te encantará. 



miércoles, 3 de agosto de 2016

PARÍS, CIUDAD DEL AMOR, DE LA BELLEZA, DE LA AVENTURA, DE LA HISTORIA, DE LA CULTURA...Y DE LOS MUÑECOS



Hace unos días que he llegado de mi fantástico viaje veraniego y siento una nostalgia como nunca he experimentado antes del lugar donde he estado. No sé el motivo de esta añoranza y más cuando es una ciudad extranjera a la que he conocido por primera vez y con la que no comparto ni idioma, ni gastronomía, ni costumbres, ni tengo lazos familiares... A veces, no hace falta tener una afinidad determinada con un lugar para desarrollar una conexión con el sitio para la perpetuidad.
Y esto es lo que me ha pasado con PARÍS.

París es la ciudad europea que siempre he tenido idealizada desde niña y que por fin este año, ese sueño de conocerla se ha hecho realidad. Siempre me han hablado de su belleza y su grandiosidad. Francamente se quedaron cortos en describírmela. Lo cual es entendible, ya que es tal el derroche de encanto, grandeza y elegancia que se respira en la ciudad, que es imposible poderla pormenorizar. 




Son muchas las razones por las que he tenido idealizada la ciudad y la sensación que me queda es que ha merecido la pena.
Se dice que los viajes los hacemos, por placer, para conocer, para descubrir, para descansar, para pasarlo bien... en definitiva los hacemos por nosotros. En mi caso a todos estos aspectos se añaden motivaciones e ilusiones que en la mayoría de los casos se me han forjado desde mi niñez. Un ejemplo claro ha sido mi viaje a París.

Una de mis influencias han sido "Los Tres Mosqueteros", famosa novela de Alejandro Dumas. No sé las veces que la habré leído y por supuesto las veces que me habré divertido viendo las diferentes adaptaciones de la novela que se han llevado a la gran pantalla.
Como niña de los ochenta que fui y soy, siempre me quedaré con el lema del "uno para todos y todos para uno" dicho por Dartacán y los tres mosqueperros. La serie de dibujos animados, "Dartacán y los tres mosqueperros" significó mucho en mi infancia, y a través de sus episodios pude descubrir una ciudad, que me dejó cautivada y abrió la brecha de la curiosidad e interés de quererla conocer.
Dartacán fue mi primera ventana a París y a sus tejados.


No he podido evitar y en más de un momento sentirme Luis XIV, el rey sol, mientras paseaba y me dejaba seducir por la belleza arquitectónica y ese armónico trazado geométrico de las calles parisinas.

Estar en París ha sido poder disfrutar de todo lo aprendido en mis años estudiantiles. Ha sido poder respirar toda esa historia que venían en los libros de Ciencias Sociales de la EGB, así como admirar el arte que nos venían en los mismos manuales a modo de fotografía, pero esta vez en el lugar adecuado: Louvre, D'Orsay, Rodin,...


En mi caso, el cine se ha convertido, en más de una ocasión, en una especie de guía de viaje visual. Gracias al uso de la fotografía, del montaje, de la imagen, de las luces... y por supuesto de las bandas sonoras, en muchas películas un simple escenario se ha convertido en un protagonista clave y eterno.
De todos es bien sabido, que soy una mitómana y el cine juega un papel fundamental en mi vida. Por lo que, otras de las razones por las que he tenido mitificada a la ciudad, no cabe duda que es por el séptimo arte.
Títulos como "Un americano en París", "Casablanca", "Frenético", "Una cara con ángel", "Amelie", "Sabrina"... me han mostrado a un París que sin darme cuenta se convertía en un personaje más que me estaba conquistando.

Crecí en los 80 y eso significa que una parte muy importante de mi infancia la pasé delante de la televisión disfrutando de grandes series infantiles, juveniles y de adultos, de grandes ciclos cinematográficos, de magníficos programas educativos y por supuesto, de fantásticos programas musicales. Fueron muchos los solistas y grupos extranjeros, que cada vez que venían a España, se pasaban por los programas musicales del momento. Igualmente asistí al nacimiento y explotación de lo que entendemos por videoclip musical. Entre vídeo y vídeo hay uno que recuerdo porque además fue un vehículo para promocionar el mítico film de James Bond, "Panorama para matar". En este caso el vídeo clip corría a cargo de la banda británica Duran Duran.



En este videoclip podemos ver al símbolo de París y de Francia, como un testigo de honor de la historia que se cuenta.

Con mi visita a París he descubierto que la Torre Eiffel no es plateada ni blanca, como me la imaginaba. Es color caramelo oscuro. En mi caso, creo que haberla mitificado por el cine no me dejaba verla con su color o haberla imaginado de forma más racional y no a través de una emoción. Es curioso, el poder que tiene el uso y manipulación de las emociones, que te hace ver lo que ellos quieren que veas y como ellos quieren que lo veas. Esto me ha pasado con la torre pero al final ha merecido la pena, pues es como verla por primera vez, es como si nunca la hubiese visto en fotos ni en películas. Ha sido una sensación muy agradable.
Este emblema parisino me ha impresionado porque he entendido que no es un simple conjunto armónico de hierro, si no que es un cúmulo en sí de emociones. Si París está triste ella también lo está y la apagan. En cambio, si los parisinos están contentos ella también lo está y se pone guapa con los colores de la bandera francesa o con otros que vengan a cuento. Digamos que está humanizada. Esto es lo que verdaderamente me ha emocionado de ella.



No cabe duda que otro de los motivos por los que he mitificado a París ha sido por la música. Han sido algunos los cantantes franceses que siempre han estado presentes y configurando la banda sonora de mi vida. Todo ello gracias a mi madre, la que hizo que amara y forjara el tan ecléptico gusto musical que me he ido forjando a lo largo del tiempo y del cual, me siento sumamente orgullosa y cuido celosamente. Cantantes como Charles Aznavour, Edith Piaf, France Gall... y actores como Maurice Chevalier, Catherine Deneuve... han formado parte de ese mi universo.

Siempre he pensado que cuando llegara a París automáticamente iba a escuchar en sus calles cualquier acorde de "La vie en rose", "La bohême"... Jjj, la verdad que no ha sido así pero sé que en algún lado de mi mente sí que han estado sonando.





Y como no puede ser de otra forma, al ser una multicoleccionista  siempre aprovecho la oportunidad que se me presente para conocer tiendas, mercadillos, ferias... de juguetes.


París posee un mercado de la pulga y  por supuesto alguna que otra tienda dedicada al coleccionismo vintage de muñecos.
En mi estancia en la ciudad he podido visitar dos tiendas que para mí han sido dos museos más que visitar y conocer. Tengo que decir que aunque no sé francés y mi inglés no es muy fluido, el idioma no ha supuesto ninguna barrera ni para mí, ni por supuesto para los dueños de la tienda que me atendieron con muchísima amabilidad y paciencia. En todo momento a pesar de la dificultad idiomática hicieron todo lo posible por entenderme y para que yo les entendiera. Me orientaron e incluso me dijeron que me podían vender a España material siempre que quisiera, jjj.


Siempre es bueno viajar para conocer culturas, idiosincrasias, gastronomías y por supuesto arte. A los coleccionistas nos gusta lo mismo. Además queremos aprovechar la oportunidad que se nos brinda de encontrar, aquel tesoro que habitualmente en nuestro hábitat se nos suele resisitir y por otro lado porque nos gusta valorar y comparar. 
Quiero destacar algo muy valioso para mí y a la vez importante. En ningún momento me han intentado engañar. El producto ofrecido ha sido de muy buena calidad y eso hace que el precio suba algo comparado con Madrid, aunque francamente no mucho. Aquí en Madrid ya están los precios bastante subiditos y encima en muchas ocasiones el material está defectuoso y lo que es peor te intentan engañar. Así que no me importa pagar más pero tener la sensación de que he hecho una buena compra. De esa forma gana el vendedor pues adquiere una nueva clienta, aunque sea extranjera y el comprador, como es mi caso, se va feliz y con ganas de volver. Esta forma tan limpia de trabajar se echa en falta muchas veces en nuestro país, tanto en tiendas especializadas (por desgracia en España casi no existen), como en rastros, mercadillos, ferias...

Os muestro algunas de mis adquisiciones en París.











En fin vengo  entusiasmada de un viaje parisino y tengo muy claro que volveré no tardando mucho, pues una vez conocida y pateada se ha convertido en un destino de fin de semana o de puente.

Mamá, sé que tu gran ilusión fue conocer París y no pudo ser. Parte de la mitificación que le profeso a la ciudad viene de ti. La cantidad de veces que te habré escuchado hablar de París, y de lo que hubieras hecho allí. Solo puedo decirte que te habría entusiasmado. Sé que lo habrías vivido muy intensamente como solías acostumbrar a vivir todo aquello que te ilusionaba y amabas.
Es una pena que nos abandonaras tan joven y no hayas podido realizar el viaje de tus sueños. Pero también sé, que en este viaje no he estado sola. Sé que de alguna forma has estado presente, me has acompañado y me has protegido. Por lo que intuyo que a través de mis ojos y mis vivencias también de alguna manera lo has podido disfrutar. Sobre todo al verme a mí tan feliz allí. 
Jjj, lo que hubieses disfrutado subiendo a la Torre Eiffel, dando una vuelta en barco por el Sena, yendo a Notre-Dâme (yo he llegado a sentir a Quasimodo dentro de la catedral como si me mirase, jjj), paseándote por ese París tan bohemio que nos han vendido los americanos en sus múltiples películas, es decir, callejeando por Montmatre, descansando en los Jardines de las Tullerías teniendo a tu espalda el Louvre y mirando hacia el obelisco de la Concordia y al Arco del Triunfo a lo lejos. Son tantos los estímulos que tiene la ciudad que me es difícil decirte lo que más te hubiera gustado.
Te hubiera deleitado la bollería francesa: croissants, napolitanas de chocolate... así como las crepes uff, ¡qué peligro hubieras tendido!, jjj.
En fin mamá que sepas que me he acordado muchísimo de ti y te he tenido muy presente.





La compañía en este vieja ha sido esencial, lo mejor. Alguien me dijo hace ya unos 13 años que una ciudad no es romántica en sí, sino que lo es por la compañía que se lleve. Creo que en parte llevas razón por lo que te digo que SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARÍS.